Emprender es y será trabajar en equipo
Soy defensor de que el equipo de un emprendimiento es el pilar fundamental para poder sacar adelante un proyecto. Nadie puede sacar adelante una idea en solitario, necesita de más gente en la que apoyarse y lograr realmente trabajar en equipo.
Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo.
Esto suena fácil. Estoy seguro que la mayoría piensa que una de sus virtudes es la capacidad de trabajo en equipo porque es algo con lo que se nace, pero ¿es realmente así? Creo que no. Nos cerramos en creer que existe una sola forma de hacer las cosas y ahí hay un problema. En el día a día quizás no se note tanto, pero en los momentos que aumenta la incertidumbre es cuando se necesita que el equipo trabaje en sintonía fina y no existan trabas.
En este contexto, quería compartir algunas ideas sobre el trabajo en equipo que he ido entendiendo en el camino y me han ayudado a mejorar como emprendedor.
1. Todos tenemos ritmos distintos
El equipo está conformado por personas y esas personas son todas diferentes entre si. Ahí está la gracia del equipo, pero también el mayor de los problemas. No todos vamos a llegar al final del camino de la misma forma, unos van a llegar más rápido y otros más lento, pero van a llegar. Lo importante aquí es conocerse, aceptar las diferencias y conjugarlas.
2. Hablar mucho no significa que el resto entienda mucho
La comunicación del equipo debe estar basada en el hablar, pero hablar no significa necesariamente decir y ahí está el centro del asunto. Como parte de un equipo uno debe decir lo que quiere decir, haciendo realmente un esfuerzo por transmitir un mensaje efectivo y sin lugar a interpretaciones. Aquí es cuando hay que ser claro en los objetivos, en el qué, en el quién, en el cuándo y al final en toda la información necesaria que se quiere traspasar al otro. Hablar mucho generalmente significa dar muchas vueltas que al finalmente lo único que logran es transmitir un mensaje confuso que deja más preguntas que certezas. Aquí me acuerdo siempre: Eres dueño de tu silencio y esclavo de tus palabras.
3. No todos queremos lo mismo
Es cierto que en un equipo deben existir objetivos comunes, pero hay que entender que cada uno tiene un contexto de trabajo que hace ver las cosas con distintos matices y por eso considera variables que generalmente tu no estás viendo, lo que lleva a caminos que pueden ser distintos. ¿La clave? Escuchar, observar y descifrar para llegar a un camino en común.
4. Todo el mundo se atrasa y nadie lo dice
Una verdad innegable. Todos nos atrasamos y hacemos nuestro mejor esfuerzo por evitarlo, pero la gran cantidad de cosas por hacer de vez en cuando nos abruman. El trabajo en equipo es el que nos tiene que ayudar a llevar esto a un equilibrio y aquí la clave es la colaboración entre los integrantes del equipo.
5. Lo que para uno es importante no siempre lo es para el resto
Uno tiende a pensar que lo que hace es lo más importante del mundo y es necesario que mi compañero de equipo deje todo por lo que yo considero relevante. ¿De verdad tiene que ser así? Definitivamente no. El trabajo de cada uno es el más importante del mundo, ya que todos estamos contribuyendo en construir algo mayor. Lo que para mi es lo más importante del mundo no tiene por que serlo para el de al lado. Lo importante es siempre considerar esto, incorporarlo y respetar las urgencias e importancias de cada uno.
6. Todos tenemos algo que hacer
Los principales roces en un equipo de trabajo se dan por no considerar, o a veces olvidar, que el otro también tiene algo que hacer. Considerar esto nos debe llevar a ser conscientes del trabajo del otro y a tratar de ser consecuente con que el trabajo se trata de colaboración y no sólo delegación. Otro matiz es darse cuenta de que sí tengo algo que hacer, por lo tanto no es malo decir que no si alguien más nos pide ayuda. No se trata de no ser solidario, si no de entender que si yo no termino mis compromisos tampoco estoy ayudando a que mis compañeros terminen lo suyo.
7. El resto no va a hacer seguimiento a las cosas sólo por mi
Otra tema derivado de la delegación. Cuando alguien acepta colaborar con mis responsabilidades es importante que yo me preocupe de hacer seguimiento y buscar la forma de ayudar en caso de que las cosas no avancen. No se trata de desconfianza, sino es un tema de apoyo, colaboración y ser un facilitador.
Para terminar sólo me queda decir que el éxito en el trabajo en equipo depende de todos los que forman parte de él, ya que somos parte de un todo que busca generar su propia personalidad en base a lo que cada uno aporta. ¡Todos sumamos!