La información en el bioemprendimiento vale (¡y mucho!)
Una declaración de principios: El principal activo de un bioemprendimiento es la información que se genera día a día en el proceso de investigación y desarrollo que lleva adelante para plasmar la idea original desde donde nació el proyecto. Punto.
Esa información es valiosa porque es la base del aprendizaje que se obtiene del trabajo que realizamos, y es precisamente ese aprendizaje el que permite disminuir el factor crítico para el crecimiento de un bioemprendimiento: La incertidumbre. Aquí el concepto, es que si generamos conocimiento entonces estamos cada vez más cerca de poder generar una solución al problema que planteamos.
El problema viene cuando tratamos de lidiar con esa información. Al principio es fácil, porque la cantidad que se maneja es poca. Día a día vamos creando más y más datos a partir de experimentos e hipótesis que nos llevan a discusiones y conclusiones, que van generando gran cantidad de ramas que son cada vez más complejas. Esas ramas se van complementando para ir obteniendo más resultados y nuevas preguntas que necesitan ser respondidas. Esto ocurre una y mil veces, generando, en cada vuelta, más información que está frágilmente sustentada en lo que aprendimos el día anterior.
¡Si no está escrito, no se hizo!
Aquí es cuando nos acordamos del concepto de la “Documentación”, en el cual metódicamente dejamos “en papel” los aprendizajes que se obtienen con el fin de perpetuar la información. Entonces, la documentación se transforma en el ladrillo que permitirá construir el conocimiento que será la base del bioemprendimiento por el que estamos trabajando. Casi poético.
Aquí nos acordamos lo que aprendimos en nuestra alma mater y es que en nuestra formación como científicos hay un actor que se supone nos va a ayudar a solucionar todo este problema: El cuaderno de laboratorio.
En mis tiempos de estudiante recibí como Biblia en este tema la “Guía de Buenas Prácticas para Resguardar el Conocimiento y la Innovación”, creado por el programa FIA-PIPRA, que en su esencia nos enseña el cómo es necesario registrar la información que se obtiene en un laboratorio en el famoso cuaderno para lograr perpetuarla. Así nos formaron y así he visto que es como se hacen las cosas.
Conozco algunos casos notables, desde donde el cuaderno es el mejor posa vasos que existe y si se te ocurre abrirlo sólo hay arte rupestre; hasta cuadernos perfectamente foliados con papel autocopiativo en triplicado que son dignos de la mejor alumna del 8vo básico del Colegio Villa María.
¿No podría haber una mejor forma?
Con el equipo de Phage hemos probado un montón de métodos para mejorar la forma en que almacenamos la información. Al principio todo nació como un “hay que hacerlo porqué sí”, pero a lo largo del tiempo nos fuimos dando cuenta que era más una necesidad.
Cuando nos enfrentamos seriamente a tener que hablar de documentación fue después de nuestro periplo de encontrar un distribuidor de escala global y nos encontramos con nuestros amigos de Bayer. Ahora la información y su historia son claves, los estándares son más altos y todos los días nos damos cuenta de lo relevante que es mantener “ladrillos” sólidos para el futuro.
De entrada, el clásico cuaderno fue el primer paso, pero rápidamente nos dimos cuenta que eso no era lo nuestro. Como soy medio geek para mis cosas incentivé al equipo para que diéramos rápidamente el salto a herramientas digitales y así lo intentamos con varios software’s especializados que eran muy cuadrados en su forma de hacer las cosas y por lo tanto nunca logramos sentirnos cómodos con ninguno.
Después, saltamos al ya clásico sistema de documentos de texto y planillas de calculo sincronizados entre todos con Google Drive o Dropbox, pero con el paso del tiempo todo se transformó a un enredo interminable de carpetas y varias centenas de archivos que nadie revisaba. Incluso instauramos procedimientos y encargados, pero la cosa no fluía.
Hoy hemos simplificado mucho las cosas y estamos ocupando una herramienta mucho más flexible y que logra que el equipo la valla adaptando a sus necesidades, pero contarles sobre ella da para otra publicación.
Estamos muy contentos con el potencial de esta nueva herramienta y creo que es primera vez que veo un compromiso de todos en nuestro equipo por que el sistema funcione y de verdad sea el lugar donde consolidamos la información y conocimiento que día a día estamos generando.
En resumen: ¡Si existe una mejor alternativa!
Sería genial poder conocer cómo están trabajando otros bioemprendimientos hoy en día, así que dejo las puertas abiertas para que comenten o nos juntemos a tomar un café (¡Yo invito!). Quizás les pueda servir el nuevo sistema que estamos ocupando en Phage, y ahí los puedo ayudar